La noticia del día, otro incendio en el área del basurero. Y es que en numerosos sitios de Guatemala, no existen rellenos sanitarios y se dispone de los residuos municipales en botaderos improvisados o en rellenos sanitarios carentes de un buen funcionamiento.
¿Qué tan seguido vemos quemarse la basura?
Los estudios dicen que las causas de incendio en los rellenos sanitarios son múltiples, tales como: la presencia de residuos peligrosos o inflamables, inflamación de biogás por diversas fuentes de ignición, puntos calientes de residuos almacenados y actos de sabotaje.
Los sitios donde se realiza la quema a cielo abierto de basura, son fuentes de contaminación por la emisión de humos tóxicos, entre otros, siendo esto una fuente importante de Dioxinas y Furanos. Si hacemos una revisión en internet de los incendios que se generan en rellenos sanitarios y recicladoras, podemos darnos cuentas de las múltiples veces que esto sucede. Sin embargo, no existe información en Guatemala sobre las concentraciones de estos contaminantes en el ambiente.
¿Qué son las Dioxinas y Furanos?
Con base a la referencia de la publicación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) “Las dioxinas y sus efectos en la salud humana” se describen como contaminantes ambientales que pertenecen a la llamada “docena sucia”: un grupo de productos químicos peligrosos, que forman parte de los llamados Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP).
Las dioxinas son compuestos químicos que se producen a partir de procesos de combustión que implican al cloro. Se encuentran en el ambiente por todo el mundo y debido a su persistencia se van acumulando a lo largo de la cadena alimentaria.
La combustión de residuos sólidos municipales emiten partículas, gases ácidos (Óxidos de azufre, Cloruro de hidrogeno, Ácido Fluorhídrico, Óxidos de nitrógenos), monóxido de carbono, sustancias orgánicas y metales pesados. La reacción del aíre durante la combustión a altas temperaturas, de estos elementos, tienen efectos adversos sobre las funciones respiratorias, contribuyen a la lluvia acida, así como problemas de salud pública y ambientales.
Una exposición breve a fuertes concentraciones de Dioxinas, puede provocar lesiones dérmicas y alteraciones hepáticas. Una exposición crítica se asocia a la degradación del sistema inmunitario, niveles bajos de testosterona, entre otros. Esto con base investigaciones en animales y datos epidemiológicos humanos; el Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer (CIIC) de la OMS ha clasificado la dioxina como “Cancerígeno Humano”.
Casos de Contaminación por Dioxinas
- El 10 de julio de 1976 en Seveso, Italia, una fábrica productora de desinfectante liberó una cantidad estimada en 2 kg de dioxinas, durante 20min, en unos 20 km² de terreno, después de algunos días, los animales salvajes y domésticos murieron, los niños que jugaban a la intemperie en esos días sufrieron quemaduras en la piel, llamadas cloracné. Más de 700 personas fueron evacuadas de las áreas con mayor contaminación. Un estudio de 1993, publicado en el Journal of Epidemiology sugiere que los residentes de Seveso comenzaron a tener cánceres cuando se hizo el estudio.
- En 1999 la incorporación de aproximadamente 1 gramo de dioxinas y 50 kilogramos de PCBs en la producción de alimentos para animales en Bélgica provocó la contaminación de aves de corral y huevos, obligando a su retiro general, lo que provocó un daño de $3,000 millones a la economía.
- Se ha informado algunos casos de intoxicación humana de forma deliberada, el más famoso fue en 2004, de Victor Yushchenko, presidente de Ucrania, desfigurado con Cloracné, que resultado del envenenamiento con dioxinas, tenía 1,000 veces más la concentración usual en su cuerpo.
¿Dioxinas en la puerta de nuestra casa?
Según datos del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales MARN, en el caso de Guatemala, existe un inventario realizado para estimar las liberaciones de dioxinas y furanos, los resultados obtenidos del inventario son datos estimados de las liberaciones no intencionales en el país, durante el 2007, la información está basada en factores de emisión publicados en las bibliografías internacionales, a veces muy variable según las fuentes de información. Tampoco existe un programa de monitoreo de dioxinas y furanos en el aíre y suelo, por lo tanto, no se tiene información relativa a las concentraciones de esas sustancias, debido al alto costo de estos estudios no se cuenta con datos reales de concentración de dioxinas y furanos en el país.
En países desarrollados como Francia se ha hecho estudios acerca de los efectos de la incineración de residuos sólidos sobre la salud pública, y han determinado que la compra de medicinas para enfermedades respiratorias disminuía al alejarse las personas de los rellenos sanitarios.
Basureros al aíre libre existen en toda Guatemala, de igual forma que las malas prácticas de quemar basura. Todavía mucha basura contiene plástico como el PVC que contiene cloro, que al quemarse generan esas temidas dioxinas. ¿Cuántas dioxinas tenemos en la puerta de nuestra casa?, ¿no deberíamos trabajar con las municipalidades para capacitarlos y tener rellenos sanitarios en lugar de basureros? y así evitar la emisión de dioxinas cerca de estos basureros ¿no sería mejor desincentivar el uso de plástico conteniendo cloro, principalmente en empaques y envases para evitar que lleguen al basurero?, ¿cuándo se tendrá una Ley para la gestión y manejo integral de los residuos y desechos?, ¿cuándo se trasladará el basurero fuera de la ciudad?, pero que no solo se traslade bajo las mismas condiciones, se deberá hacer un relleno sanitario moderno, con instalaciones bien diseñadas que se ubican, diseñan, operan, vigilan, clausuran y cuidan después del cierre, se limpia cuando sea necesario de una forma que minimice los riesgos ambientales.